Quinta da Veiga se restauró recientemente, para que el turismo de vivienda disfrute de una ubicación privilegiada en la región completa del Distrito del Douro clasificado como herencia de la humanidad. Situada junto a la orilla derecha del río Duero, de ganas de la estación de sting (entre la regla y la piñón), la casa cuyo origen se remonta al siglo. XVII, se implementa en uno de los inmensos socalcos, la mitad de la pendiente de este productor de vino, con 50 hectáreas cultivadas. Reconstruido principalmente en esquisto, aquí no se quedó nada al azar, el respeto por la arquitectura tradicional Duriense, es patente a lo largo de la recuperación de este magnífico edificio. Ofrece a los huéspedes, 7 habitaciones y un conjunto de habitaciones, todas decoradas con gran gusto y armonía. Desde la rusticidad y predominio de las antiguas molinos de vinos, se crearon espacios de verdadera comodidad y refinamiento. La casa está forrada por un hermoso jardín, que se extiende con una piscina panorámica, que busca perder de vista el río Duero.

Quinta da Veiga se restauró recientemente, para que el turismo de vivienda disfrute de una ubicación privilegiada en la región completa del Distrito del Douro clasificado como herencia de la humanidad. Situada junto a la orilla derecha del río Duero, de ganas de la estación de sting (entre la regla y la piñón), la casa cuyo origen se remonta al siglo. XVII, se implementa en uno de los inmensos socalcos, la mitad de la pendiente de este productor de vino, con 50 hectáreas cultivadas. Reconstruido principalmente en esquisto, aquí no se quedó nada al azar, el respeto por la arquitectura tradicional Duriense, es patente a lo largo de la recuperación de este magnífico edificio. Ofrece a los huéspedes, 7 habitaciones y un conjunto de habitaciones, todas decoradas con gran gusto y armonía. Desde la rusticidad y predominio de las antiguas molinos de vinos, se crearon espacios de verdadera comodidad y refinamiento. La casa está forrada por un hermoso jardín, que se extiende con una piscina panorámica, que busca perder de vista el río Duero.